Más lejos. Más rápido. Menos esfuerzo.
Las bicicletas eléctricas, gracias a un pequeño motor incorporado y a una batería recargable, proporcionan asistencia a tu propia potencia de pedaleo. No se trata de ir en un miniciclomotor, ni de llevar una bici pesada y ruidosa. Las bicis eléctricas son otra historia.
Cómodas. Prácticas. Sencillas.
Muy parecidas estéticamente a las bicis convencionales, con el añadido de un motor y una batería, las bicis eléctricas producen las mismas sensaciones. Es como ir en bici pero con un impulso extra. Cuando arrancas, enseguida coges velocidad. Cuando empiezas una subida, no tienes que pedalear más fuerte. Subes sin esfuerzo, como por arte de magia.
Podrás subir cuestas a toda velocidad, desafiar al viento o transportar cargas pesadas sin que esto suponga un "sufrimiento" o "sudar como un pollo". Ya no hay excusas.
Probando las T80+ de Trek
Existen diferentes modelos y marcas con prestaciones y precios que varían, pero de forma general una bicicleta eléctrica:
· cuesta entre 1.200 y 2.300 euros aproximadamente.
· pesa entre 17 y 35 kg, dato a tener muy en cuenta cuando te quedas sin batería y hay que pedalear en cuesta con una bici pesada y "sin ayuda".
· ofrece una autonomía de entre 25 y 60 km, y la batería se recarga en un tiempo que oscila entre las 4 y las 8 horas.
Como la elección no parece fácil, desde Cycling is better nos comprometemos a probar, en cuanto nos sea posible, una de estas bicicletas y celebrar un duelo con un ciclista profesional. ¿¡A ver quién gana!? Sólo pondremos una norma: hay que llegar a meta sin sudar.
