¿Cuántas veces has parado a tomar un tentempié en un bar o a guarecerte de la lluvia durante una excursión y has tenido que dejar tu querida bicicleta en la calle y sin candado? En cualquier caso, lo más recomendable es no perderla de vista e intentar sentarse a almorzar en la terraza o apoyar la bicicleta junto a la ventana, para tenerla controlada en todo momento. Sin embargo, para mayor tranquilidad existen algunas soluciones que pueden darnos un poco más de sosiego entre bocado y bocado.Desde hace unas semanas, en todas nuestras excursiones de mountain bike llevamos un cable de bolsillo llamado Combiflex. La idea nos la sugirieron dos amigos, también ciclistas, que siempre llevan en el Camelbak uno de estos cables ultraligeros con combinación. Su efecto es disuasorio (el cable es de 2'5 mm de grosor, pero evidentemente con la herramienta adecuada el caco lo puede cortar) pero al menos evita que el oportunista que vea tu bici solita tenga la tentación de llevársela puesta.
Muchas gracias, Jordi y Sergi, por el consejo!!!
Con un cable de 90 cm de longitud y 2'5 mm de grosor,
el peso total del ABUS Combiflex 202 es de 80 gramos.
